El Evangelio atribuye a San José el título de "hombre justo" (cf. Mt 1,19): él, guardián del "íntimo secreto que se halla en el fondo del corazón y del alma", depositario del misterio de Dios y, por tanto, patrono ideal del foro interior, nos impulsa a redescubrir el valor del silencio, de la prudencia y de la lealtad en el cumplimiento de nuestros deberes. Ofrecemos a los miembros de nuestra parroquia la preparación para consagrarse a San José en el día solemne de su festividad el próximo 19 de marzo. Para ello contaran con la compañía de los misioneros Ángel y María.
Condiciones para la indulgencia Plenaria de la Penitenciaría Apostólica.
El aspecto principal de la vocación de José fue ser custodio de la Sagrada Familia de Nazaret, esposo de la Santísima Virgen María y padre legal de Jesús. Para que todas las familias cristianas sean estimuladas a recrear el mismo clima de íntima comunión, amor y oración que se vivía en la Sagrada Familia, se concede la Indulgencia Plenaria por el rezo del Santo Rosario en las familias y entre los novios. La “Cofradía del Rosario de Saint Ann” nos ofrece esta meditación, con la que podemos acceder a la indulgencia ofrecida.
Con el fin de reafirmar la universalidad del patrocinio de la Iglesia por parte de San José, la Penitenciaría Apostólica concede una indulgencia plenaria a los fieles que recen cualquier oración o acto de piedad legítimamente aprobado en honor de San José. Acompañados por el Movimiento Juan XXIII, ofrecemos el rezo de la corona a San José, propuesta para ser rezada cada 19 de mes.
San José, auténtico hombre de fe, nos invita a redescubrir nuestra relación filial con el Padre, a renovar nuestra fidelidad a la oración, a escuchar y responder con profundo discernimiento a la voluntad de Dios. La Indulgencia plenaria se concede a aquellos que mediten durante al menos 30 minutos en el rezo del Padre Nuestro. Les invitamos a participar de esta reflexión que nos ofrece el grupo carismático de la Renovación carismática “Mensajeros del Señor”.
El 1 de mayo de 1955, el Siervo de Dios Pío XII instituyó la fiesta de San José obrero, "con la intención de que todos reconozcan la dignidad del trabajo y que ella inspire la vida social y las leyes fundadas sobre la equitativa repartición de derechos y de deberes”. Podrá, por lo tanto, conseguir la indulgencia plenaria todo aquel que confíe diariamente su trabajo a la protección de San José y a todo creyente que invoque con sus oraciones la intercesión del obrero de Nazaret, para que los que buscan trabajo lo encuentren y el trabajo de todos sea más digno. El Consejo de Pastoral Parroquial Hispano (CPPH) nos ofrece esta oración encomendando el trabajo de nuestras familias.
En el actual contexto de emergencia sanitaria, el don de la indulgencia plenaria se extiende particularmente a los ancianos, los enfermos, los moribundos y todos aquellos que por razones legítimas no pueden salir de su casa, los cuales, con el ánimo desprendido de cualquier pecado y con la intención de cumplir, tan pronto como sea posible, las tres condiciones habituales, en su propia casa o dondequiera que el impedimento les retenga, recen un acto de piedad en honor de San José, consuelo de los enfermos y patrono de la buena muerte, ofreciendo con confianza a Dios los dolores y las dificultades de su vida. Con el ministerio de consuelo de nuestra parroquia ofrecemos la siguiente oración.
1. San José Protector de la Iglesia
2. San José, Esperanza de los Enfermos
3. San José, Patrón de la Buena Muerte
4. San José, Confianza en Los Imposibles
5. San José, Maestro de Vida Interior
6. San José, Terror de Los Demonios
7. San José, Custodio del Redentor
8. San José, Guardián de Los Corazones Puros
9. San José, Modelo de Esposo
10. San José, Modelo de Los Trabajadores
11. San José, Consuelo en el Sufrimiento
12. San José, Protector de la Familia
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